¿CÓMO DEFINIR LA RENTABILIDAD EN UNA INVERSIÓN INMOBILIARIA?

En primera instancia es necesario analizar que es la rentabilidad definiendo su significado.
Dentro del sector inmobiliario; se considera rentabilidad a la relación de beneficios que se obtendrán del desarrollo, uso del inmueble y la inversión realizada para su edificación. Por lo general es expresada en porcentajes y su finalidad es evaluar la capacidad de generar ganancias de un proyecto
Ahora bien, aunque las inversiones en bienes raíces suelen ser de mayor solides que en cualquier otro mercado, no quiere decir que represente un cero por ciento de riesgo. Por ello es de suma importancia la evaluación de la rentabilidad, esto siendo necesario para poder tener estimaciones realistas sobre plazos y posibles rendimientos.

Para poder definir la rentabilidad existen dos fórmulas. La primera es la rentabilidad bruta, un cálculo que considera los ingresos brutos esperados del inmueble multiplicados por 100 y, posteriormente, divididos entre el valor total del inmueble.
Por ejemplo, un departamento cuyo valor es de 2 millones de pesos y que se rentará en 10,000 pesos al mes; el ingreso bruto de ese inmueble, al año, será de 120,000 pesos. Esa cifra, multiplicada por 100 y dividida entre el valor de la propiedad, da un total de 6% de rentabilidad bruta.
120,000 x 100 / 2,000,000 = 6
Por otro lado, se encuentra la rentabilidad neta. A diferencia del cálculo anterior, se consideran otros gastos y derramas en el proceso de construcción, así como los costos de mantenimiento del lugar.
Esos gastos se restan a los ingresos brutos para luego realizar la misma ecuación: la cifra que resulte se multiplica por cien y se divide entre el costo total del inmueble.
En Ciudad de México existen puntos clave para la recuperación de inversión, dentro de ellas tenemos a la alcaldía Iztapalapa y Azcapotzalco, las cuales rondan entre 7 y 8% de rentabilidad bruta.
Existen factores a considerar con cuanto a la rentabilidad e inversion inmobiliaria, uno dde los principales es el financiamiento de un posible préstamo hipotecario, así como el tipo de interés, el plazo de ese crédito, los gastos notariales, impuestos, seguros y pago de servicios en la zona. Estos factores pueden tener gran impacto en la rentabilidad de la inversión inmobiliaria.