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El Nearshoring: Una estrategia emergente para la optimización del comercio internacional

Los desafíos derivados de la pandemia de COVID-19 han arrojado luz sobre deficiencias en los sistemas de suministro que antes pasaban desapercibidas en tiempos de estabilidad. En este contexto, el concepto de nearshoring ha surgido como una respuesta prometedora para mejorar la eficiencia de las cadenas de suministro, especialmente en el caso de México, dada su proximidad geográfica con uno de los principales mercados importadores a nivel mundial.



El nearshoring, en términos simples, implica la externalización de ciertas operaciones de producción a proveedores ubicados en países cercanos, pero con costos laborales y condiciones de mercado competitivas. Esta estrategia contrasta con el offshoring, que tradicionalmente buscaba reducir costos mediante la búsqueda de proveedores en países distantes, principalmente en Asia.


Las largas distancias y las diferencias de zona horaria inherentes al offshoring a menudo han generado dificultades en la gestión de las cadenas de suministro. El nearshoring busca mitigar estos inconvenientes acercando los centros de producción a los mercados de destino.


En el caso específico de México, la ubicación geográfica estratégica y la creciente complejidad de la logística internacional han convertido al nearshoring en una opción cada vez más atractiva para las empresas. La interrupción de las operaciones comerciales a nivel mundial al inicio de la pandemia evidenció la vulnerabilidad del modelo de offshoring, especialmente cuando los proveedores se concentran en regiones particularmente afectadas, como Asia.


El aumento de la adopción del nearshoring no solo en México, sino en toda América, resalta la importancia de la resiliencia organizacional en un entorno comercial global cambiante y volátil.


En el caso específico de las relaciones comerciales entre México y Estados Unidos, varios factores favorecen la adopción del nearshoring:


- Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, que han impulsado la búsqueda de alternativas de suministro más cercanas y confiables.

- La entrada en vigor del T-MEC, que facilita el comercio entre México, Estados Unidos y Canadá, eliminando barreras arancelarias y promoviendo la cooperación económica regional.

- La proximidad geográfica entre ambos países, que reduce los costos y los tiempos de transporte.

- Los costos laborales competitivos en México en comparación con otros países, lo que ofrece atractivas oportunidades de ahorro para las empresas estadounidenses.

- La eficiencia y seguridad de las cadenas de suministro mexicanas, especialmente destacadas en sectores clave como el automotriz.

- La diversificación de mercados y proveedores dentro del continente americano, lo que no solo promueve el crecimiento económico de México, sino también de toda la región.




Aunque la mano de obra en México no puede competir en términos de costos directos con los países asiáticos, el valor agregado de una proximidad geográfica más cercana y la reducción de riesgos asociados con la distancia compensan estos factores.


En resumen, el nearshoring ha surgido como una solución estratégica para optimizar las cadenas de suministro en un contexto de incertidumbre global. Su adopción ofrece una serie de beneficios tangibles tanto para las empresas mexicanas como para sus socios comerciales internacionales, y su consideración debería ser prioritaria para aquellas organizaciones que buscan mejorar su resiliencia y competitividad en el mercado actual.

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